El Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG) es uno de los trastornos de ansiedad más comunes. Hasta la fecha hemos hablado sobre otros trastornos de ansiedad: Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), Ataques de pánico, Trastorno de Síntomas Somáticos, etc.

Hoy vamos a hablar sobre el Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG). Explicaremos qué es, qué síntomas tiene y cuáles son sus posibles tratamientos.

Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG).jpg

¿Qué es el Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG)? ¿Cuáles son sus síntomas?

Según el último manual de trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría el DSM-5, se trata de un trastorno en el que se produce una ansiedad excesiva durante diversos días. Estas personas tienen problemas para poder controlar esta ansiedad o preocupación. Además, se tienen que producir, por lo menos, tres de los siguientes síntomas:

  • Estar siempre nervioso o sensación de estar atrapado
  • Fatiga excesiva
  • Problemas de concentración
  • Irritabilidad
  • Tensión muscular
  • Problemas para conciliar o mantener el sueño

Además, estos síntomas hacen que la persona tenga consecuencias negativas en el trabajo, en las relaciones sociales o en cualquier otra área.  Asimismo, estos síntomas deben estar presentes durante los últimos 6 meses de manera constante (más días con síntomas que sin ellos).

¿Cuál es la prevalencia del TAG?

Tal y como podemos leer en un estudio realizado por García-Campo, Caballero, Pérez yu López en el año 2012, el TAG es uno de los trastornos de ansiedad que más se puede ver en las consultas del médico en atención primaria. Se estima que tiene una prevalencia de entre el 3-8%. 

Según el DSM-5 (APA, 2013) la prevalencia mundial de este trastorno es de 0.9% en adolescentes y de 2.9% en adultos. Además, también se detalla que las mujeres suelen padecer más este trastorno que los hombres. 

¿Cuáles son las consecuencias de este trastorno?

Las personas con TAG a menudo tienen dificultades para hacer cosas de manera rápida y eficiente. Estas personas tienen también dificultades para tomar decisiones o para hacer cosas. Asimismo, el estar siempre preocupados hace que tengan dolores o tensiones musculares y falta de energía para realizar cosas. Otra de las consecuencias es la dificultad para dormir. Muchas de estas personas tienen problemas de insomnio.

Como hemos comentado más arriba, el TAG puede tener consecuencias en diferentes áreas de la persona. Por ejemplo, hay personas que tienen problemas en el trabajo porque no pueden tomar decisiones de manera rápida. En el caso de los adolescentes pueden tener problemas en el instituto o la universidad debido a la falta de sueño o la baja capacidad de concentración.

¿Qué tratamientos existen?

Como hemos comentado en otras ocasiones, los trastornos mentales se pueden abordar de diferentes maneras. Los tratamientos más comunes en estos casos son:

  • Tratamiento farmacológico. Existen diferentes tipos de ansiolíticos: benzodiacepinas, barbitúricos, buspirona, diazepam, etc. Todos ellos deben ser prescrito por un psiquiatra. Además, debemos tener en cuenta que algunos como, por ejemplo, las benzodiacepinas, pueden tener graves consecuencias en las personas que las toman durante largos periodos de tiempo.
  • Tratamientos psicológicos. La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la depresión. Entre las técnicas que se encuentran para tratar este trastorno se encuentran: reestructuración cognitiva de los pensamientos irracionales, distinguir entre  preocupaciones productivas e improductivas, planear actividades placenteras, entrenamiento en resolución de problemas, prevención de las conductas de
    preocupación, entrenamiento en habilidades comunicacionales, desarrollo de estrategias de afrontamiento adaptativas, y estrategias de relajación y respiración.

En algunas ocasiones se pueden utilizar ambos tipos de tratamientos a la vez. Eso sí, te recomendamos que informes tanto al psicólogo como al psiquiatra de que estás realizando otro tratamiento además del que vas a comenzar. De esta manera podrán orientar mejor la intervención.

Si leyendo esta guía te has dado cuenta de que puedes estar experimentando algo de los síntomas del TAG te recomendamos que te pongas en contacto con un profesional de la psicología para que pueda realizarte una evaluación y que pueda determinar si tienes TAG o no.

En el caso de que tengas alguna duda al respecto, puedes ponerte en contacto conmigo a través de comentarios o a través del formulario de contacto que encontrarás en mi ficha de psicóloga.

¡Hasta pronto!