Síntomas y criterios diagnósticos
- Cansancio o fatiga.
- Dolor de cervicales
- Gases
- Diarrea o estreñimiento
- Dolor en el pecho (similar al dolor que se produce en el infarto)
- Dolor de cabeza
- Sensación de nudo en la garganta
- Debilidad muscular
- Disuria (dolor al evacuar la orina)
- Pirosis (acidez)
En este trastorno se originan pensamientos, sentimientos o comportamientos excesivos relacionados con síntomas somáticos que se manifiesta mediante:
- Pensamientos desproporcionados y persistentes sobre la gravedad de los propios síntomas.
- Grado elevado de ansiedad acerca del salud o síntomas.
- Tiempo y energía excesivos dedicados a estos síntomas o a la preocupación por la salud.
Causas
Consecuencias
- Visitas constantes al médico. Consultan constantemente a especialistas con el objetivo de que encuentren el problema que tienen. Cuando los médicos no dan con el problema lo suelen atribuir a que no es un buen profesional y buscan otras opiniones.
- Frustración. Cuando el médico no da con el problema se frustran y se enfadan.
- Ansiedad. Los síntomas les generan ansiedad porque piensan que algo malo les está ocurriendo. Esto se vuelve un círculo vicioso que genera más ansiedad y se pueden producir más somatizaciones.
- Malestar. Causada por los síntomas.
¿Qué podemos hacer?
- Descanso. Desconecta y tómate un tiempo libre, intenta descansar y liberarte del estrés del día a día. En muchas ocasiones estos síntomas aparecen cuando estamos cansados o estresados.
- Relajación y respiración. Realiza técnicas de relajación como la relajación progresiva de Jacobson con el objetivo de adquirir las estrategias necesarias para poder relajarte cuando aparezcan los síntomas.
- Técnica de parada de pensamiento. Esta técnica sirve para parar los pensamientos rumiantes, es decir, pensamientos a los que les damos muchas vueltas. Consiste en decir “stop” o “basta ya” cuando pienses que te duele algo.
- Actividad física. Realiza actividad física y mantente activo y ocupado. Si estás ocupado realizando actividades, no estarás preocupándote por otras cosas.
- Trabaja la ansiedad. Estudia cuál es el origen de la ansiedad e intenta ponerle solución
- Pide ayuda. En ocasiones estos síntomas pueden hacer que nos deprimamos y que tengamos altos niveles de ansiedad. Si te ocurre esto, te recomendamos que pidas ayuda a un profesional.
"El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar su miedo."
Referencias bibliográficas
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