Para apreciar la conducta anormal dentro del contexto natural del desarrollo es importante la comprensión de lo qué es una conducta normal. Hay que considerar una aproximación desde la psicopatología del desarrollo debido a que los niños y  dolescentes cambian rápidamente hasta los 20-25 años. Muchos cambios tienen que ver con los agentes sociales.

Es importante destacar que los psicólogos solo entran en juego cuando la conducta se desvía sustancialmente de las trayectorias del desarrollo, y las conductas típicas acorde a la edad.

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¿Cómo podemos saber si una conducta es normal?

Para esto se deben tener en cuenta 4 factores básicos:

  • Físico. Si no se desarrollan bien físicamente esto tiene repercusión psicológica. Por ejemplo, la pubertad avanzada relaciona con trastornos psicológicos.
  • Social. Si no nos ajustamos a las normas sociales podemos considerar a alguien como no normal. Aunque hay que tener cuidado con esto porque personas de otras culturas pueden ser normativas en una cultura que no es la suya y esto no significa que tengan un problema.
  • Emocional. Las implicaciones emocionales del niño de pequeño van cambiando y se van diversificando. El interés emocional pasa de los padres, a amigos, parejas, trabajo, etc.
  • Intelectual-cognitivo. Este factor se podría medir, por ejemplo, con una prueba de CI o desarrollo. 

¿Cuándo una conducta se convierte en un problema?

Muchos síntomas están relacionados con violación de reglas-normas (grupales y sociales) y conductas inapropiadas para la edad (conducta sexualizada a los 7-8 años), incluyendo desobediencia a padres y profesores.

Algunas conductas de desobediencia son normales, incluso saludables en los niños. Por ejemplo, el hecho de que el niño diga que no, no está mal porque hay que defender la autonomía de las personas. Sin embargo, la violación de normas no es algo normal o que haya que pasar por alto. Estos síntomas, deben ser frecuentes, intensas, interfieren en la vida cotidiana y son generalizadas en varias áreas.

La edad y la naturaleza de las violaciones son importantes. Todos los niños quebrantan normas, pero los niños con trastornos externalizantes violan reglas a una edad más temprana y más de lo normativo desde el punto de vista evolutivo. En otras palabras, es un patrón reiterado de violación.

¿Qué trastornos se consideran externalizantes?

EL DSM-5 (libro para el diagnóstico de los trastornos mentales) presenta 3 grandes trastornos:

  1. Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Como ya hablamos en el artículo sobre TDAH se produce cuando existen inatención (Falta de atención a detalles en ejercicios del colegio, dificultad para mantener la atención en tareas de ocio, apariencia de no escuchar, pérdida de cosas necesarias, etc.) e hiperactividad (habla mucho, se levanta cuando no corresponde, corretea, etc.). El TDAH fue distinguido de otras conductas disruptivas hace más de 100 años por George Still.
  2. Trastorno Oposicionista Desafiante (TOP) o negativista. Incluye amplio rango de conductas problema generalmente en niños de edad escolar. 
  3. Trastorno de Conducta (TC). Es el más parecido a la delincuencia juvenil debido a que está relacionado con violación de normas y de la ley. 

Tratamiento

Los psico-estimulantes producen mejorías marcadas e inmediatas en la conducta del 75%  de los niños con TDAH. La medicación se descontinua en la adolescencia temprana porque se cree que el problema desaparece con la edad. Aun así, muchos profesionales se plantean la necesidad de extender su consumo a la juventud y adultez. Mientas que la hiperactividad mejora con la edad, los problemas de inatención e impulsividad continúan.

  • Terapia Cognitivo Conductual (TCC). Basado en los principios del aprendizaje en el que se enseña a los padres acerca de las valoraciones de las expectativas de las conductas del niño y sistemáticamente se recompensa la conducta deseada y se ignora o castiga la indeseada. La TCC es utilizada conjuntamente con la medicación en TDAH. Promete más en el tratamiento con TND, y se han creado numerosos programas para el TC en delincuencia juvenil.
    Son más resistentes al tratamiento los TC que se mantiene en la adolescencia y viene de la niñez que aquellos que solo presentan problemas externalizantes en la niñez solamente. La TCC es eficazmente utilizada en familias y jóvenes con problemas legales. Programas similares niños-adolescentes pero con negociación activa “establecimiento de normas”.
  • La terapia multi-sistémica (MST) es otra intervención. Por las diversas causas de un TC la MST combina tratamiento familiar con el contexto problemático real del chico (grupo, escuela, vecindario). La MST mejora las relaciones familiares, baja las conductas delincuentes y los problemas de relaciones interpersonales.
  • Régimen asistencial fuera de casa. Es como un régimen de libertad vigilada. Las personas tienen un tutor especial que les va marcando lo que han de hacer (también orienta a los familiares). Entre los programas asistenciales se encuentran los “lugar de aprendizaje fuera de casa” un grupo que opera en casa para estructurar las conductas y principios de la terapia. Ésta es efectiva en la mejora de la agresión y en la mejora del entorno donde vive el adolescente. Sin embargo, estos programas no previenen de la recurrencia una vez el adolescente deja el lugar de asistencia. Muchos de estos jóvenes ingresarán en el sistema juvenil de justicia en régimen de rehabilitación.

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