La fobia de impulso o fobia de impulsión es un tipo de Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) que hace que la persona que lo sufre piense que va a perder el control de la situación o que se va a volver loca. 
 
Como este tipo de fobia es desconocida para muchas personas y como muchos me habéis pedido información sobre ella, vamos a dedicar esta entrada en el blog. Explicaremos qué es, cómo se manifiesta (síntomas, etc.) y tratamientos.

¿Qué es la fobia de impulso?


Se trata de un tipo de TOC en el que la persona tiene miedo a volverse loca o a perder el control de la situación. Por ejemplo, una persona con este tipo de TOC podría tener miedo a hacer daño a alguien. En muchas ocasiones este miedo es por hacer daño a alguien con cuchillos, miedo a empujar a alguien en el metro, etc. 
 
En otras palabras, existe un miedo extremo a hacerse daño o a hacer daño a alguien y no poder evitarlo. De ahí, el nombre, fobia de impulso. Si buscamos las definiciones de las dos palabras podremos entender mejor lo que significa:
  • Fobia. Temor ante sucesos, ideas, objetos, situaciones, etc.
  • Impulso. Deseo de hacer algo sin reflexionar, de manera súbita. 
Si reparamos en el manual diagnóstico de los trastornos mentales de la asociación americana de psiquiatría (DSM-5) podremos ver que las obsesiones, en el TOC, se definen como: pensamientos, impulsos, imágenes, etc. que causan ansiedad y malestar y que el sujeto no puede ignorar o suprimir.  Todo ello podría denominarse "obsesiones". Además, como en muchos otros tipos de TOC también se producen compulsiones, es decir, la persona pone todo tipo de medios para que esas "obsesiones" no lleguen a pasar nunca. 
 
Las obsesiones pueden ser pensamientos o imágenes que se presentan con claridad. 
Por ejemplo, una persona podría tener pensamientos de que podría hacer daño a su hermana (obsesión) y por ello, deja de acercarse a su hermana (compulsión).
 

¿Cuáles son sus síntomas?

Como hemos comentado, los principales síntomas son:
  • Presencia de pensamientos, imágenes, impulsos, etc. 
  • La persona no puede dejar de pensar en ello
  • Ansiedad y depresión 
  • Todo ello afecta signiticativamente a la vida diaria de las personas
  • Se generan comportamientos compulsivos, como por ejemplo:
    • No acercarse a las personas que se piensa que va a hacer daño.
    • Examinar constantemente que las personas de su alrededor están bien
    • No acercarse a objetos con los que podría hacer daño.
    • No ver películas, series, etc. en los que aparecen actos violentos (con el objetivo de no tener ideas).
    • etc.

¿Tiene tratamiento?

Sí, existe terapia farmacológica y terapias psicológicas que pueden ayudar a controlar los síntomas.
 
La terapia psicológica de orientación cognitivo-conductual ha demostrado ser eficaz. Lo que generalmente se suele hacer en el tratamiento de la fobia de impulso es:
  • Psicoeducación. Enseñar qué es la fobia de impulsión y cómo puede llegar a dominar la vida de las personas.
  • Identificación de obsesiones y compulsiones. La persona tiene que saber identificar cuáles son sus pensamientos obsesivos y las conductas que realiza como método de protección para que esos pensamientos no lleguen a ocurrir. Si la persona es capaz de identificarlos será más fácil no realizarlos.
  • Relajación. Se enseñan técnicas de relajación y respiración con el objetivo de que la persona aprenda a relajarse ante situaciones que considera de riesgo. 
  • Exposición con Prevención de Respuesta (EPR). Es decir, exponer al paciente a las situaciones que le pueden dar miedo (por ejemplo, estar cerca de objetos con los que puede hacer daño) y evitar que se produzcan compulsiones (siguiendo el ejemplo anterior sería evitar que la persona se alejase de estos objetos).
En resumen, la fobia de impulso es considerada un tipo de TOC. La persona tiene pensamientos de que va a pe,der el control de la situación (obsesiones) y por ello intenta evitar situaciones, se aleja de objetos, etc. (compulsión). Puede afectar significativamente a la vida de las personas ya que puede producir ansiedad, depresión, etc. Existen tratamientos eficaces como la terapia cognitivo conductual. 
 

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