Las fobias pertenecen a un tipo de trastorno de las emociones que se clasifican dentro de la patología conocida como trastornos de ansiedad. Consta de diversas tipologías y acarrea consecuencias que a veces son tan severas que transforman y minan nuestras relaciones sociales e impiden el desarrollo normal de nuestra vida cotidiana.

A continuación te contamos cuáles son las características de la fobia social y de qué forma puede deteriorar nuestras relaciones.

Qué es la fobia social

La fobia social es un tipo de trastorno de las emociones que se caracteriza por el miedo a las relaciones sociales. Se encuentra clasificada dentro de los trastornos de ansiedad y se la denomina ansiedad social patólogica.

Las personas con este trastorno tienen dificultad para enfrentar reuniones o encuentros sociales, porque temen hacer el ridículo o vivir experiencias embarazosas.

fobia-social-gente.jpg

Debes saber antes que nada que tener miedo es absolutamente natural. Todos sentimos miedo ante ciertas cosas: accidentes, determinados animales, infecciones, catástrofes, situaciones.

El miedo es un mecanismo de defensa útil para la supervivencia, dado que implica un comportamiento de cautela para no tener que vivir algo que no deseamos. El miedo puede ser de gran ayuda para mantenernos a salvo en la vida cotidiana y prevenir situaciones que podrían ser nocivas para nosotros. Siempre y cuando no nos limite, el miedo es necesario para vivir.

Cuando el miedo se convierte en un problema, cuando nos controla él a nosotros, estamos ante un caso de fobia. Una fobia es un miedo extremo a algo, aparece cuando la intensidad del miedo que experimentamos se vuelve extrema, y nos lleva a tomar decisiones de precaución que son innecesarias. 

El miedo irracional a los encuentros con otras personas se denomina fobia social. Cuando ese miedo al contacto social es injustificado, porque aparece antes del estímulo, o descomunal para la magnitud de la experiencia, es importante que pidamos ayuda. Es posible una vida saludable y un intercambio social beneficioso, sólo debemos encontrar la forma de hacerlo realidad.

Las sensaciones que experimentan las personas con fobia social son miedo, inseguridad y sensación de peligro; las mismas presentes en cualquier trastorno de ansiedad, aunque en este caso se visibilizan cuando va a tener lugar un intercambio social que genera cierta presión sobre el ánimo del individuo. Alguien que sufre de fobia social según se va acercando el momento en el que deba exponerse a un grupo de personas (amigos, compañeros de trabajo, extraños o incluso gente cercana) comienza a experimentar un cierto nerviosismo que, dependiendo de la gravedad del trastorno, puede ser más o menos insoportable.

Este malestar puede provocar que el individuo anule esos compromisos y acometa una actitud de aislamiento para evitarlo. En el caso de que decida enfrentar el temido encuentro, la experiencia le resultará sumamente costosa emocionalmente.

Características de la fobia social

La fobia social comienza a desarrollarse cuando el individuo se halla en sus primeros años, sin embargo debido a los cambios en el desarrollo de la personalidad y al comportamiento por lo general inestable en las primeras etapas de la vida, generalmente se detecta durante la primera etapa de la vida adulta. Sin embargo, la raíz de este problema suele estar fijado en los primeros años y suele coincidir con el comienzo de la escolarización y los primeros compromisos sociales, fuera del ámbito familiar.

niña-timidez.jpg

Los niños que sufren de violencia por parte de sus padres o sus mayores es posible que en el futuro se conviertan en adultos con mucho miedo a las relaciones humanas. Esto se debe a que, ante la experiencia de ser maltratados o presionados excesivamente, reaccionan con un comportamiento retraído, que lentamente les va convenciendo de que la mejor forma de mantenerse a salvo es quedándose solos, convirtiéndose en una sombra.

La detección de este tipo de comportamientos en los primeros años podría ser fundamental para evitar el desarrollo de la fobia social en el futuro.

¿Por qué aparece la fobia social?

Si bien no existe una respuesta determinada que defina por qué aparece esta fobia, ya que cada persona es un mundo, algunos antecedentes en común entre quienes la padecen son el haber tenido una infancia muy estructurada, en el que se los haya sometido a una educación estricta e impuesto un alto nivel de expectativas sobre los hombros.

La posibilidad de ser mirados por los otros de forma negativa, incompetente o descalificatoria, les produce tal nivel de nerviosismo que los lleva a bloquearse emocionalmente e imprime en su ánimo grandes dificultades para enfrentar los encuentros sociales.

¿Es la timidez una fobia social?

Es importante aclarar que cuando hablamos de fobia social no estamos refiriéndonos a la timidez. Esta última tiene que ver con un rasgo de la personalidad que a veces vuelve difíciles ciertas situaciones de intercambio social pero que, en la mayoría de las casos, no se considera patológica, puesto que no afecta la calidad de vida del individuo.

La fobia social, en cambio, es un trastorno que aparece y si no es tratado puede acrecentarse, entorpeciendo y deteriorando profundamente las relaciones sociales de quien la padece.

A veces los síntomas de este miedo irracional son interpretados como parte de una personalidad tímida o introvertida, y esto lleva a que muchas personas justifiquen así su aislamiento y sus limitaciones sociales, sin poder reconocer que tienen un problema de fobia social. Por este motivo es necesario saber diferenciar entre timidez y fobia.

Si las reuniones sociales, ser el centro de atención, hacer llamadas telefónicas, comer o beber en público te causa gran temor y miedo, no es timidez, es fobia social.
Click para Twittear

¿Cómo saber si padecemos fobia social?

Algunos de las síntomas que presentan quienes padecen este trastorno son: rubor en el rostro, palpitaciones, tensión muscular, sudoración, temblor en la voz y, en ocasiones, crisis de angustia o ansiedad.

Si la fobia social no es tratada adecuadamente puede deteriorar profundamente el desempeño social del individuo, llevándolo a perder o destruir algunas de sus relaciones más importantes, debido a que la única forma que encuentran de soportar este malestar es la evasión a toda interacción social.

fobia-social.jpg

Las personas que padecen de fobia social tienden a mostrarse muy nerviosas cuando están en grupo y tienen grandes dificultades para controlar su ansiedad y su nerviosismo en esos momentos. Esto a la larga puede provocar que los demás lo noten, lo cual resulta ser sumamente negativo.

El sentimiento de humillación puede ser devastador y ante la idea de verse expuestos nuevamente a esa situación, comienzan a desarrollar un sistema de defensa que los lleva a prepararse a los encuentros con mayor temor; cayendo en un círculo vicioso del que les costará muchísimo desprenderse. La ansiedad anticipatoria es otra de las cosas que experimentan las personas que sufren de fobia social. Se trata de una sensación de temor que tiene lugar antes de los encuentros; puede experimentarse durante los días previos al compromiso que tanto les asusta y puede prolongarse hasta varios días después de que tengan lugar, dependiendo de la persona y de la importancia de dicho encuentro.

Si sientes un gran temor a convertirte en el centro de atención cuando te encuentras con otras personas, temes que alguien te observe o te dirija la palabra cuando te hallas desprevenido, sueles tener problemas para comer o beber en público y experimentas una gran incapacidad para realizar llamadas telefónicas o realizar gestiones administrativas, entonces es posible que padezcas de fobia social.

Cómo afecta la fobia social a nuestras relaciones

Cuando algo que nos ocurre dificulta y distorsiona algún aspecto de nuestra vida, tenemos que atenderlo porque significa que las cosas no van bien. En el caso de la fobia social, se trata de un trastorno que impide que la persona se desarrolle saludablemente. Además es un problema que interfiere considerablemente en el disfrute pleno de la vida social.

Por esta razón es imprescindible que si tememos o intuimos estar padeciéndola, busquemos ayuda profesional a fin de diagnosticarla y tratarla, trabajando a tiempo el problema y pudiendo mejorar nuestra calidad de vida.

La fobia social, como la mayoría de las categorías de trastornos de ansiedad, puede deteriorar profundamente nuestras relaciones porque el miedo irracional que la caracteriza genera en nosotros el deseo o la necesidad de aislarnos, para evitar sentirnos mal o hacer el ridículo.

La sensación de inseguridad es tal que en ocasiones la única salida que vemos plausible es rechazando la exposición y decantarnos por el aislamiento. La decisión de aislarnos produce una disminución de la ansiedad a corto plazo, pero con el tiempo puede socavar violentamente nuestras relaciones sociales. El aislamiento se toma como una decisión desesperada, pero conduce a tener una mirada distorsionada sobre la realidad y, puede afectar también nuestras relaciones íntimas.

fobia-reunion-social.jpg

Esto se debe a que, si cualquier situación puede implicar para nosotros una amenaza, el nerviosismo reincidirá y nos costará muchísimo mantener en orden todos los aspectos de nuestra vida, y las relaciones más cercanas se verán inevitablemente afectadas.

Debes saber que a veces la fobia social provoca otros problemas como el alcoholismo. Muchas personas ante el miedo que les provoca la exposición deciden beber para desinhibirse y poder enfrentar así los encuentros sociales. Esta puede ser una solución momentáneamente, pero a largo plazo puede provocar serios problemas en el damnificado. La necesidad de beber para socializar es un problema doble muy difícil de combatir. La fobia social combinada con el alcoholismo vuelve más complicadas las relaciones cercanas y convierte en una odisea la búsqueda de pareja y de nuevas amistades, entre otras consecuencias.

Dicho todo esto es muy importante que en cuanto comencemos a experimentar los primeros síntomas de este trastorno de ansiedad busquemos tratamiento psicológico. Esa es la mejor forma de enfrentar nuestros miedos irracionales, porque supone tener cerca a alguien en quien apoyarnos, que nos comprenda y que sea capaz de guiarnos en el camino a la liberación, a la superación de la fobia social.