El Trastorno Dismórfico Corporal (TDC) es un trastorno que está incluido dentro de la categoría: Trastorno Obsesivo Compulsivo o TOC. Aun así, es bastante desconocido y muchas personas no saben lo que es, aunque podrían estar siendo víctima de él.

Por ello, en la entrada de hoy vamos a hablar sobre qué es, cuáles son sus síntomas, cuál es su prevalencia y qué podemos hacer para intentar hacerle frente.

¡Empezamos!

¿Qué es el trastorno dismórfico corporal? ¿Cuáles son sus síntomas?

Este trastorno, antiguamente, era conocido como: trastorno de la fealdad imaginaria. Como hemos comentado un poco más arriba se trata de un trastorno que pertenece a la categoría de los trastornos obsesivo-compulsivos. Esto es así, entre otras cosas, porque en este trastorno se presentan preocupaciones excesivas por uno o más defectos que una persona puede tener a nivel físico y porque se realizan comportamientos o se presentan pensamientos repetitivos como manera de responder a ese pensamiento obsesivo (APA, 2013).

Por lo tanto, como en otros trastornos obsesivos se produce una obsesión y una compulsión que en este caso serían las siguientes:

  • Obsesión: pensamientos de que se tienen defectos o fallos en el aspecto físico. Estas imperfecciones percibidas por la persona afectada pueden no ser observables por otros o incluso carecer de importancia para otras personas. 
  • Compulsión: conductas o pensamientos para intentar aliviar la ansiedad que causa el pensamiento obsesivo. Por ejemplo, estas personas pueden ducharse demasiado, se pueden estar mirando constantemente al espejo, pueden comparar su imagen con la de otras personas, etc.

Todo lo anterior causa malestar hasta tal punto que puede llegar a afectar a la persona en alguna de las áreas importantes del funcionamiento como, por ejemplo: a nivel laboral, familiar, social, etc.

Otro aspecto a destacar es que existen diferentes formas de presentación. Las más comunes son (Arab, 2010):

  • Preocupación por la piel o su color
  • Preocupación por el pelo
  • Preocupación por la nariz
  • Preocupación por problemas dermatológicos como, por ejemplo: manchas en la cara, poros, cicatrices, rojeces, pelo excesivo, etc.

Asimismo, también puede presentarse con dismorfia muscular. En estos casos lo que ocurre es que la persona afectada se preocupa en exceso por la idea de que su cuerpo sea demasiado pequeño o poco musculoso. 

También se debe mencionar que estas personas pueden recurrir constantemente a la cirugía estética como manera de "solucionar" o "paliar" sus defectos físicos. 

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¿Cuáles son los síntomas principales?

Los síntomas más comunes son:

  • Pensamientos obsesivos sobre el aspecto físico y los defectos o fallos que se perciben
  • Tristeza
  • Ansiedad
  • Ideales delirantes sobre los defectos percibidos
  • Aislamiento social y familiar
  • Vergüenza constante
  • Sentimientos de inferioridad
  • Dependencia de otras personas
  • Problemas sociales para iniciar o mantener relaciones sociales
  • Distorsión de la imagen corporal
  • Perfeccionismo y alta autoexigencia

Además, las conductas compulsivas o compulsiones suelen caracterizarse por:

  • Mirarse constantemente al espejo para comprobar cómo están. También pueden ser ventanas, espejos o superficies en las que puedan ver su imagen reflejada. 
  • Incapacidad para mirarse en un espejo u otra superficie reflectante
  • Intentar disimular los fallos con maquillaje, ropa grande, sombreros, etc.
  • Aseo excesivo como, por ejemplo, ducharse demasiado, depilarse constantemente, realizarse higienes bucales con frecuencia, etc.
  • Operaciones estéticas para intentar disimular el defecto. En muchos casos, puede derivar en obsesión por la cirugía estética
  • Intento de realizar "operaciones" por sí mismos. En el caso de que se les rechace para una operación, pueden incluso llegar a intentar practicársela ellos mismos. 

¿En qué se diferencia de un trastorno de la alimentación?

Es importante tener en cuenta que no es lo mismo que un trastorno de la alimentación.

Se diferencian en que en los trastornos de la alimentación o TCA la preocupación es sobre el tejido adiposo y el peso y en la dismorfia corporal la preocupación es sobre otros "fallos" del aspecto físico

Eso sí, es importante destacar que en ambos se produce una distorsión de la imagen corporal (Arab, 2012). 

¿Cuál es la prevalencia del TDC?

Según el artículo de Arab (2010) entre el 0.7 y el 5.3% de la población se ve afectada por este trastorno. En cuanto a la Asociación Americana de Psiquiatría (APA, 2013) establece que la prevalencia es del 2.4% en Estados Unidos y de entre el 1.7-1.8% fuera de los Estados Unidos.

Además, también mencionan que entre el  9% y el 15% entre los pacientes de dermatología, del 3% al 16% de los pacientes internacionales de cirugía estética, el 8% de los pacientes adultos de ortodoncia y el 10% de los pacientes que se presentan para cirugía oral o maxilofacial manifiestan esta problemática.

Como podemos ver son cifras muy altas. 

Conclusiones

El Trastorno Dismórfico Corporal o TDC es un trastorno bastante prevalente que afecta tanto a hombres como a mujeres. Es importante tener en cuenta que está asociado en muchas ocasiones a otros trastornos como la depresión, la ansiedad, la fobia social, etc. por lo que es muy importante prestarle la atención que merece.

Además, como hemos visto, en muchas ocasiones, va acompañado de obsesión por la cirugía estética. En algunos capítulos de la serie de televisión "Botched" o "chapuzas estéticas" se puede ver cómo muchos pacientes llegan a la consulta después de haber pasado por diferentes intervenciones estéticas y pidiendo una más. Los doctores, por lo general, evalúan el problema y rechazan a esta persona para la cirugía.

Sin embargo, otros médicos suelen aceptar a estas personas. Con esto quiero decir que tenemos que, como profesionales de la salud, estar concienciados sobre qué es y cómo se manifiesta. De esta manera podremos evitar realizar mala praxis. 

Además, por lo general, para las personas con dismorfia nunca es suficiente. Al tratarse de un pensamiento obsesivo, una vez que se realizan una intervención no suelen tener suficiente y suelen querer otra. El problema radica en que lo que hay que tratar es el pensamiento obsesivo y no el fallo estético en sí mismo. 

Referencias bibliográficas

  • American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders 5 (5ª ed.). Washington, DC.
  • Arab, E. (2012). Trastorno dismórfico corporal: ¿temor a la fealdad, obsesión por la belleza, síntoma o enfermedad? Medwave, 10(5). Recuperado de Medwave.cl