Es quizás uno de los Trastornos Alimentarios más conocido. De hecho, hablamos sobre él en el artículo sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria. Sin embargo, me ha parecido interesante dedicarle un apartado.

Hablaremos sobre qué es, cuáles son sus síntomas, cuáles son las consecuencias y que tipos de tratamientos existen para hacerle frente. 

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¿Qué es la anorexia? ¿Cuáles son sus síntomas?

Según Perpiñá (2009), el término anorexia significa “falta de apetito”. Aun así, este término tiene mayores implicaciones; son personas que no comen y que no dejan de pensar en qué alimentos o conductas tienen que evitar para no ganar peso.

El inicio suele darse tras un periodo de dieta restrictivo, tras acontecimientos estresantes o cuando se han experimentado situaciones vitales que la persona ha vivido como incontrolables (Perpiñá, 2014).

Para poder diagnosticar este trastorno se tienen que cumplir los siguientes tres criterios (APA, 2013):

  • Restricción de la ingesta energética en relación con las necesidades
  • Miedo a engordar
  • Alteración de la forma en la que se ve el cuerpo de uno mismo

¿Existen diferentes tipos de anorexia?

Sí, podemos diferenciar dos tipos (APA, 2013):

  1. Anorexia de tipo restrictivo. En este la pérdida de peso es debida a la dieta, el ayuno o el ejercicio excesivo. 
  2. Anorexia de tipo atracones/purgas. Se refiere a que durante los últimos tres meses el paciente ha tenido episodios recurrentes de atracones o purgas.

¿Cuántas personas sufren este trastorno?

En cuanto a la prevalencia, en España es de 0,3% con una edad de inicio entre los 13 y 18 años y siendo solo entre el 5 y el 10% hombres (Adeslas, 2012).

¿Qué consecuencias tiene?

Estas personas presentan una serie de consecuencias físicas como (Perpiñá, 2009):

  • Hipotermia
  • Lanugo
  • Estreñimiento o amenorrea
Además, también tiene una serie de consecuencias psicológicas (Ruíz, s.f.).:
  • Alteraciones de sueño
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Distorsiones cognitivas
  • Distorsión de la imagen corporal
  • Aislamiento social

Esto es así ya que para suplir la falta de nutrientes el propio organismo los extrae de sí mismo. Por ello, en los casos más graves se pueden dar fallos cardiacos, hemorragias digestivas o fracturas patológicas que pueden ser graves si se trata de huesos largos (Aguado, 2006).

¿Cómo se manifiesta este trastorno?

Según Perpiñá (2014) se ven afectadas cuatro áreas:

  • Comportamiento alimentario. Suele ser restringente y comienza con rituales en la mesa tales como: comer más despacio, contar calorías o esconder alimentos. En algunas  ocasiones, puede haber atracones, es decir, episodios de urgencia por comer alimentos
    prohibidos. Además, pueden aparecer las purgas, como vómitos o toma de laxantes, que
    a veces son indicativas de peor pronóstico.
  • Ejercicio físico. Se suelen realizar excesivas horas de actividad física como: ejercicio físico para quemar calorías, reducción de las horas de sueño o aumento en las horas de dedicación al estudio.
  • Rituales relacionados con el cuerpo. Por un lado, pueden aparecer conductas de evitación
    como: evitar actividades (mirarse al espejo), evitar ir a lugares (piscinas), evitar posturas (sentarse de según qué manera); y por otro lado pueden aparecer rituales de comprobación (pesarse) o acicalamiento (camuflar algunas zonas corporales).
  • Relaciones interpersonales. Suelen deteriorarse las relaciones familiares ya que a menudo ocurren conflictos familiares en relación con la ingesta de comida o con la imagen.  Asimismo, pueden aparecer engaños.

¿Qué tratamientos existen?

Existen diferentes tipos de tratamientos, aunque todos ellos persiguen que el paciente recupere el peso saludable. La Terapia Cognitivo Conductual ha demostrado ser eficaz para el tratamiento de esta enfermedad.

Si crees que tienes este trastorno o si quieres más información sobre él, puedes ponerte en contacto conmigo a través de mi ficha de psicólogo o a través de la sección de comentarios que encontrarás más abajo.

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Bibliografía

  • Adeslas. (2012). Prevención de la Anorexia y Bulimia. Recuperado el 28 de septiembre de 2015 de www.prevencion.adeslas.es/es/trastornoalimenticio/masprevencion/Paginas/cifrasanorexia-bulimia.aspx
  • Aguado, J. A. (2006). Tratamientos médicos en los trastornos de la alimentación. En M. P.
    Quiroga (Coord.). Psicología de los trastornos de alimentación (pp. 57-82). Salamanca:
    Publicaciones Universidad Pontificia.
  • American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders 5 (5ª ed.). Washington, DC.
  • Perpiñá, C. (2014). Trastornos alimentarios. En V. E Caballo (Dir), I. C. Salazar (Dir) y J. A. Carrobles (Dir), Manual de Psicopatología y trastornos psicológicos (pp. 571-599). Madrid: Pirámide.
  • Ruíz, P. M. (s.f.). Guía Práctica: Prevención de los trastornos de la conducta alimentaria. Aragón: Grupo Zarima-Prevención de la Unidad Mixta de Investigación del Hospital
    Clínico Universitario de Zaragoza y Consejo Nacional de la Juventud de Aragón.