Hemos dedicado algunas entradas a hablar sobre trastornos de alimentación: anorexia nerviosa, trastorno de atracones y diferentes trastornos de alimentación. Hoy vamos a hablar sobre otro de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) más frecuentes y prevalentes, la bulimia nerviosa. 

Comentaremos los aspectos más importantes: sintomatología más frecuente, prevalencia y diferencias con otros trastornos de la alimentación.

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¿Cuáles son los síntomas de la Bulimia Nerviosa (BN)?

La bulimia nerviosa, a grandes rasgos, podríamos decir que es un trastorno de la alimentación en el que se producen atracones y purgas. Ahora bien, vamos a explicar qué es un atracón y qué es una purga.

Atracones en la bulimia

Los atracones son definidos por la Asociación Americana de Psiquiatría como episodios en los que se come con una sensación de pérdida de control. Esta sensación de descontrol puede ser vivida como la imposibilidad de dejar de comer, aunque se quiera o como comer más de lo que se pretendía. 

Los criterios diagnósticos, además, establecen que para que se produzca un atracón también se debe ingerir más comida de la que otras personas sin esta problemática comería en el mismo periodo de tiempo.

Por lo tanto, podríamos decir que para que un atracón se considere como tal, la persona tiene que presenciar una pérdida de control respecto a lo que come y que tiene que comer más de lo que otra persona comería en el mismo periodo de tiempo. 

Purgas en la bulimia

Aunque casi todo el mundo asocia la purga con el vómito, no todas las purgas tienen por qué ser vómitos. Es cierto que los vómitos son una manera de purgar, pero también lo son el uso de laxantes, el uso de diuréticos, hacer deporte de manera compulsiva, usar medicamentos para adelgazar, ayuno, etc. 

Otros criterios

Asimismo, para poder diagnosticar este trastorno, estos síntomas (atracones y purgas) deben presentarse durante al menos una vez a la semana durante tres meses

Otro aspecto a tener en cuenta es que dependiendo de la cantidad de conductas compensatorias que se produzcan, la gravedad será una u otra:

  • 1-3. Leve.
  • 4-7. Moderado. 
  • 8-13. Grave.
  • 14 o más. Extremo. 

¿Cuál es la prevalencia de la BN?

Es una enfermedad más prevalente de lo que nos pensamos. Según la APA (2013), la prevalencia de 12 meses en mujeres jóvenes es de entre el 1 y el 1.5%. Además, es importante destacar que es más frecuente en mujeres que en hombres con un ratio 10:1. En otras palabras, por cada 10 mujeres que tienen el trastorno, tan solo un hombre lo presenta. 

Otras investigaciones como la de Olesti et al. (2006) establecen que la prevalencia de la bulimia en una muestra con una media de edad de 17.9 años era de 2.9%. 

En resumen, es un trastorno de alimentación bastante frecuente que se produce mayoritariamente en mujeres jóvenes. Sin embargo, esto no quiere decir que no se pueda producir en mujeres adultas o en hombres ya sean jóvenes o adultos. 

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¿Cuáles son las consecuencias de la Bulimia Nerviosa (BN)?

Como comentamos en el artículo titulado "las consecuencias de la bulimia" pueden ser muchas y muy graves e incluso pueden llegar a provocar la muerte. Por ello, te recomendamos que leas el artículo que le dedicamos. 

¿Qué diferencias hay entre la BN y otros trastornos de alimentación?

Ahora bien, es importante establecer la diferencia entre este trastorno y otros que pueden presentar sintomatología similar:

Anorexia nerviosa (AN)

Como vimos en el artículo dedicado a este trastorno, en la anorexia los síntomas presentes son: comer menos de lo que el cuerpo necesita, preocupación intensa ante la idea de engordar y alteración de la propia imagen.

Es cierto que en la bulimia también se pueden producir restricciones, periodos de ayuno o comer menos que lo que el cuerpo necesita. Sin embargo, en la BN esto se produce después de haberse realizado un atracón. Es decir, la restricción o el ayuno siempre van después de un atracón en lo que se ha comido más de lo que se debería.

A modo de resumen podríamos decir que en la BN se producen atracones y en la AN no

Trastorno de atracones

También dedicamos hace algún tiempo una entrada a este trastorno. La diferencia entre ambos es que en la BN se producen purgas o conductas compensatorias mientras que en el trastorno de atracones, esto no ocurre.

Además, en el trastorno de atracones los atracones van asociados a unos síntomas que no tienen por qué presentarse en la BN: comer de manera muy rápida, comer hasta sentir dolor en el estómago, comer cuando no se tiene hambre, comer solo y/o sentirse mal con uno mismo después de haber tenido uno de estos episodios.

Tratamientos para la BN

En el caso de la Terapia Cognitivo Conductual (TCC) se hace hincapié en la importancia de conocer cuáles son los desencadenantes de los atracones. De este modo se podrá hacer un control de estímulos para intentar evitar aquellas situaciones que pueden derivar en un atracón. 

Otro de las cosas comunes en el tratamiento es realizar un registro alimentario. En este registro se debe apuntar qué se come, cuándo, si ha sido o no un atracón y se ha habido o no una conducta compensatoria. También es recomendable tener en cuenta los sentimientos que van acompañados a cada ingesta: si hay o no sentimientos de culpa, si se percibe o no pérdida de control, etc. 

En la terapia también se aprenden conductas saludables. Es decir, se estudian los hábitos de cada paciente y se realizan recomendaciones teniéndolos en cuenta. El objetivo es que se consiga una buena rutina de alimentación y reducir los atracones/purgas. 

Estos tres aspectos junto con otros: trabajo de pensamientos irracionales mediante técnicas de reestructuración cognitiva, técnicas de relajación, etc. son cuestiones clave en el tratamiento de esta enfermedad. 

Conclusiones

La BN es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por realizarse en él atracones y purgas.  Estas purgas pueden ser vómitos, uso de laxantes o diuréticos, ayunos, realizar deporte de manera compulsiva, etc. Dependiendo de la cantidad de purgas o conductas compensatorias que se realicen, la gravedad será mayor o menor. Es un trastorno que es más prevalente en mujeres jóvenes, aunque puede producirse en adultos y en hombres. Es importante destacar también que no debe confundirse con la AN o con el trastorno de atracones. La terapia irá dirigida a estudiar en qué contextos se producen los atracones/purgas, implantación de conductas saludables, reestructuración de pensamientos irracionales, etc.