La asertividad es una habilidad social que consiste en un estilo comunicativo equilibrado entre un estilo pasivo y un estilo agresivo.
 
Como tal, la asertividad nos ayuda a comunicar nuestra opinión, ideas, deseos y desacuerdos respetando  los de los demás. De este modo, nos facilita defender nuestros derechos y expresar nuestros sentimientos sin necesidad de ser hirientes con los demás.
 
Además del asertivo, se conocen otros dos tipos principales de estilos comunicativos, el pasivo y el agresivo. Conozcámos los tres estilos comunicativos que existen más profundamente:

Estilo pasivo

En la comunicación pasiva existe una constante evitación de la confrontación directa con los demás. La persona no defiende sus derechos, tiende a la sumisión y a reprimir las propias emociones. La comunicación pasiva es común en personas que presentan baja autoestima y sentimientos de inseguridad. 

Ejemplo:
 
 Laura lleva haciendo media hora extra tres días seguidos porque sus compañeras les han ido pidiendo que la cubriesen para que pudieran llegar a sus citas. Laura se encuentra muy cansada y ese día le gustaría salir antes para ir a ver la obra de teatro de su hijo en el cole. Tenía pensado pedírselo a una de sus compañeras, pero esta se le adelanta y le vuelve a pedir que le cubra. Laura siente rabia porque ya la ha cubierto a ella esa semana y a otras, y además desea ver a su hijo. Sin embargo, teme provocar mal rollo con sus compañeras y decide cubrirle de nuevo, con lo que llega tarde a ver a su hijo.
 

Estilo agresivo

En este tipo de comunicación la persona no duda en pisotear los derechos de los demás para conseguir sus propios objetivos. La empatía brilla por su ausencia en el estilo agresivo, al igual que el respeto por las ideas y los sentimientos de los demás. Pueden llegar a ser personas violentas y/o que pierden el control de la ira.
 
Ejemplo:
 
 Mónica está en una cafetería y le pide al camarero un café con leche fría, pero este le trae el café con leche caliente y Mónica entra en cólera al probarlo y quemarse la lengua. Se dirije al camarero para gritarle que es un inútil y que debería ser despedido. Mónica acaba siendo expulsada de la cafetería.
 

Estilo asertivo

El comportamiento asertivo es un comportamiento equilibrado entre el estilo agresivo y el pasivo en el que la persona respeta los derechos y las emociones de los demás sin dejar de lado los suyos propios. Las personas asertivas son personas seguras de sí mismas y con una autoestima sana.

Ejemplo:
 
Luisa llega a casa y se encuentra todos los platos sin fregar. Ese día le tocaba a su pareja Daniel, pero este le dice que ha trabajado mucho ese día y que estaba cansando. Luisa le contesta que entiende que se encuentre cansado por su trabajo, ella se siente igual. Sin embargo, establecieron un horario que ambos deben cumplir independientemente de sus jornadas laborales, ya que las tareas están repartidas equitativamente y si ella los cumple, él también deberá hacerlo por el bienestar de ambos. Dani finalmente decidió limpiar los platos esa noche y Luisa lo hizo al día siguiente.
 
Todos podemos aprender a ser más asertivos, y para ello, podemos comenzar identificando cuales son nuestros derechos asertivos, pero ¿qué son los derechos asertivos? Pues son una series de postulados que definen los derechos que tenemos las personas por el simple hecho de ser personas.
  1. Tengo derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
  2. Tengo derecho a tener y expresar mis propias opiniones.
  3. Tengo derecho a pedir información y aclaraciones.
  4. Tengo derecho a decir “no” sin sentir culpa.
  5. Tengo derecho a experimentar y expresar mis propios sentimientos, así como a ser mi único juez.
  6. Tengo derecho a pedir lo que quiero.
  7. Tengo derecho a tener mis propias necesidades y que estas necesidades sean tan importantes como las de los demás.
  8. Tengo derecho a no satisfacer las necesidades y expectativas de otras personas y comportarme siguiendo mis propios intereses.
  9. Tengo derecho a no anticiparme a los deseos y necesidades de los demás y a no tener que intuirlos.
  10. Tengo derecho a protestar cuando se me trata injustamente.
  11. Tengo derecho a sentir y expresar el dolor.
  12. Tengo derecho a cambiar de opinión o a cambiar mi forma de actuar.
  13. Tengo derecho a elegir entre responder o no hacerlo.
  14. Tengo derecho a no tener que justificarme ante los demás.
  15. Tengo derecho a equivocarme y cometer errores.
  16. Tengo derecho a decidir qué hacer con mis propiedades, cuerpo, tiempo…
  17. Tengo derecho a disfrutar y sentir placer.
  18. Tengo derecho a descansar y estar solo/a cuando así lo necesite.

No hay que olvidar que todos tenemos los mismos derechos y que podemos elegir  ejercerlos o no, siempre y cuando sea una decisión tomada desde la aseerividad y el autorespeto, pues esa es la base de la asertividad. 

Ahora que ya sabes un poco más acerca de la asertividad, puedes empezar a poner en práctica esta habilidad social identificando los derechos asertivos en tu vida diaría e ir apuntándolos.

Si quieres saber más sobre cómo ser más asertivos, presta atención al blog, se irán subiendo más información acerca del tema. Si además crees que tu estilo se aleja demasiado de ser asertivo y eso trae problemas en tu vida y en tus relaciones, no dudes en acudir a terapia para solventarlo.